Siempre que te sientas mal, date un baño. Afeitar. Ponte tu mejor ropa. Y solo. Ser. Feliz. Estás fingiendo, por supuesto, pero ese es el punto. Finge que te sientes bien. Actúa como si estuvieras al tanto de la situación. ¿Y sabes qué? Eventualmente lo serás.
La felicidad es una opción; puedes elegir estar triste cuando todo te va bien y puedes elegir estar feliz incluso cuando nada parece estar bien. Para ser feliz en todo momento, necesitas hacer de la felicidad un hábito y no solo un acto. Creo que los siguientes puntos le mostrarán cómo mantenerse feliz sin importar lo que suceda.
Cómo ser feliz pase lo que pase